¿Crees que tu gestión del Talento Humano es eficiente? Jim Hemerling te enseña 6 maneras en la que puedes hacerlo hoy
Intenta hacer un ejercicio, pídele a alguien que te hable de un cambio que haya significado algo positivo en su vida, ¿Se entusiasma al contarlo, cierto?
Sin importar si se trata de aprender una nueva habilidad, lograr una meta en algún deporte, o retomar algo olvidado, para la mayoría de personas esos procesos de transformación significan un cambio emocional muy positivo.
Para el ser humano el autotransformarse siempre será un reto estimulante y emocionante. Sin embargo, hay otro tipo de cambio que emociona, pero de forma distinta, la transformación en las organizaciones.
Esto lo sabe a la perfección el gerente general a nivel mundial de la firma Boston Consulting Group, Jim Hemerling, quien asegura que para sobrevivir a las crisis no basta con ser excelentes, las empresas necesitan avanzar y mantenerse en constante cambio.
Para hacerlo, indica que necesitamos enfocarnos en 6 reglas estratégicas, las cuales tienen algo en común: poner a las personas en primer lugar.
Estos son los 6 consejos para liderar en la Era de la transformación
1. En primer lugar, reconocer que cambiar es difícil.
Por instinto, la gente se resiste a cambiar, sobre todo, cuando se les obliga. Pero hay algo que hacen las organizaciones que supone que el cambio sea más difícil y agotador para las personas de lo que debería ser.
Ante todo, los líderes, a menudo, esperan mucho para actuar. Como resultado, en momentos de crisis, ocurre TODO.¿Qué puede pasar?
Hay 2 opciones.
- Todo se hace más agotador, por supuesto, dada la urgencia, lo que harán es enfocarse en resultados a corto plazo, pero omitiendo por completo el futuro.
- Solo lo enfocan de una manera simple y superficial, esperando que puedan hacer negocios como siempre tan pronto como la crisis termine.
Este enfoque puede funcionar; a menudo, los resultados se obtendrán. Pero, falla el objetivo fundamental, que es prepararse y tener éxito a largo plazo.
Tomando en cuenta estos obstáculos, Hemerling nos invita a pensar en lo que podemos hacer para transformar el modo de cambiar de las organizaciones, para que en vez de que sea agotador, sea empoderador y estimulante.
2. Inspirar a través del propósito.
Muchas transformaciones tienen objetivos financieros y operacionales. Estos son importantes y pueden estimular a los líderes, pero tienden a no ser muy motivadores para la mayoría en la organización. Para motivar ampliamente, la transformación necesita estar conectada con un profundo sentido de propósito.
3. Ir con todo a por todo.
En muchas ocasiones las transformaciones que se hacen no son nada más que despidos bajo la apariencia de cambio.
Ante múltiples factores que afecten a la empresa, podría ser necesario tener que tomar la muy difícil decisión de reducir el tamaño de la organización, como si tuvieran que perder peso para correr en una maratón. Pero solo perder peso no los llevará a la línea de meta con un tiempo ganador.
Jim Hemerling nos enseña que para ganar es necesario ir a por todo. Más que solo recortar costos, es necesario pensar en iniciativas que te permitan ganar a medio plazo, iniciativas que lleven al crecimiento, acciones que cambien fundamentalmente la manera de operar de la empresa, y muy importante, invertir para desarrollar el liderazgo y el talento.
4. Preparar a las personas con las capacidades que necesitan para tener éxito durante la transformación.
Cuando se transforman las organizaciones, se debe estar seguros de trabajar las habilidades y proporcionar las herramientas que necesitan las personas a lo largo del camino.
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En la era de transformación permanente, el cambio es una constante. Por lo tanto, el quinto consejo es…5. Inculcar una cultura de aprendizaje continuo.
Concentra tu liderazgo en torno a la visión de cultura viva y de aprendizaje, cambia una mentalidad cerrada, por una mentalidad de crecimiento, donde lo importante sea escuchar activamente, aprender y sacar lo mejor de las personas.
Y por último, específicamente para los líderes.
6. En una transformación, un líder necesita herramientas para el cambio.
Es necesario tener una visión, un plan de acción claro con tácticas, y luego necesitas gente responsable y preparada para lograr resultados.
En otras palabras, necesitan ser directivos. Pero con el fin de capturar los corazones y mentes de las personas, también deben ser inclusivos. El liderazgo inclusivo es óptimo para situar a las personas en primer lugar.
De acuerdo con Hemerling, en este momento de transformación permanente, teniendo en cuenta que la pandemia amenaza con agudizarse, es imprescindible modificar las formas de liderazgo para poder sobrevivir, pero esto no tiene que ser agotador.
Para hacerlo, necesitamos empezar a poner a las personas en el primer lugar y una de las labores claves para subsistir es que los líderes se empoderen y preparen para el éxito y el de sus equipos, aun en medio de la ambigüedad y la incertidumbre.
Los líderes ahora buscan experiencias diferentes, eficientes, rentables y cómodas para ellos, por tal razón, en Mangus hemos diseñado la Escuela para Talento Humano, un programa que consta de cursos enfocados en el desarrollo de competencias relacionadas con la gestión del talento humano.
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